No soy imparcial si hablamos de Trujillo, adelanto. Trujillo es paz y Trujillo es historia. Recorrer sus calles y ser consciente de que el cielo, las piedras, los aires y los sonidos que los viajeros de hoy percibimos no son muy diferentes de los que percibían los viajeros de ayer es una experiencia bellísima, sobre todo cuando ese ayer puede ser, perfectamente, hace trescientos o cuatrocientos años.
Acompañadme en este paseo por la ciudad. Os va a encantar.
- Plaza Mayor: comenzamos con un plato fuerte, una de las más bonitas plazas mayores. Irregular y en dos niveles, vigilada por la estatua de Francisco Pizarro, está rodeada por palacios, edificios históricos y la monumental iglesia de San Martín.
- Santa María la Mayor: ya nos hemos alejado de la Plaza Mayor y atravesado la muralla por la puerta de Santiago. Llegamos a la iglesia románica de Santa María la Mayor, principal iglesia de Trujillo y durante mucho tiempo segundo templo más importante de la provincia (tras la catedral de Plasencia). Y admiramos su retablo. Nos detenemos a contemplar la pila bautismal, también románica, y dejamos que nuestra imaginación fantasee con el niño Diego García de Paredes, el Sansón extremeño, llevándosela a su madre para que pudiera recibir el agua bendita. Y subimos a las dos torres de la iglesia, regalando un paisaje de ensueño a nuestros ojos.
- Alcazaba: llamado también castillo, aunque ya nos explicaron que castillo es en donde se vivía; si solamente tenía funciones militares se le llama alcazaba. Es visitable, y allí se encuentra la ermita a la virgen de la Victoria, patrona de Trujillo.
¿Dónde nos alojamos? Os recomiendo encarecidamente su parador, aunque estoy seguro de que hay otros alojamientos también maravillosos en la ciudad.
¿Dónde comemos? el propio parador es un lugar más que recomendable. También tenemos La Troya y La Cadena.
Es este un post abierto, así que con seguridad incluiré más información en el futuro.