Tenemos que viajar en el tiempo hasta los tiempos de Fernando III, y ubicarnos en el castillo de la Yedra, en la sierra de Cazorla.
Cuando el señor musulmán fue notificado del acercamiento de las tropas cristianas, decidió proteger a su hija, la princesa mora, y la escondió en una cueva, dejándole alimento y tapando la entrada con una losa. Nadie más sabía de aquello. El plan era, una vez hubiera pasado el peligro, liberarla.
Por desgracia, las tropas cristianas acabaron con los musulmanes, y nadie supo de la presencia de la princesa.
Una vez agotada la comida, la princesa tuvo que comer insectos y reptiles. Y se fue transformando en un ser fantástico, mitad mujer, mitad serpiente.
Cada noche de San Juan, en los pueblos cercanos al castillo, no es extraño escuchar su susurrante canción:
Yo soy la Tragantía,
hija del rey moro;
el que me oye cantar
no verá la luz del día
ni la noche de San Juan.
Esta historia fue desarrollada, a partir de un acertijo de Dani y con unos maravillosos aportes de Isabel Aparicio, en https://www.facebook.com/560834429/posts/10153584148099430/?d=n
Para Isabel y para Dani :*