No, no era porque fueran tuertos. Como podréis suponer, pasar de la luz del sol a la oscuridad de las bodegas y camarotes de los barcos abordados requería un tiempo de acostumbramiento a los bastoncillos bastones1 (las células, no las patas de palo), tiempo que podía significar la diferencia entre éxito y fracaso, entre muerte y vida.
Así que lo que hacían era, efectivamente, llevar el ojo acostumbrado a la oscuridad. Cuando lo necesitaban, se cambiaban de ojo el parche… y a trabajar.
Como me lo contaron, os lo cuento. Nosotros lo hemos probado y, sin duda, es una explicación más que verosímil.
Pero si tenéis dudas relacionadas con los ojos, ya sabéis que lo mejor es acogerse a sagrado; es decir, preguntarle a Conchi Lillo, a quien os recomiendo muchísimo seguir en redes sociales. Le preguntaremos. 🙂
- @ConchiLillo (en Twitter).
1Al parecer, eso de llamarle bastoncillos es muy años 80. Ya no se utiliza ese nombre, se prefiere el de bastones (muchísimas muchísimas gracias, Conchi). <3
Es todo un honor aparecer en tu post 😃 aunque sea por lo tiquismiquis que soy!! 😊
El honor es mío, recibiendo con gusto tu comentario. Y vivan las tiquismiqueces que nos ayudan a ser más precisos.