Desconozco por qué motivo, pero en mi ignorante mente la escultura etrusca se asociaba -ignorantemente- con hieratismo, sencillez y falta de realismo.
En el templo de Luni, su asombroso frontón (ahora conservado en el Museo Arqueológico de Florencia) me deja sin razón, sin palabras y sin aliento.
Mirad qué maravilla. Siglo III (no he podido confirmar esto) antes de Cristo.