La reina Isabel La Católica, en su camino hacia Arévalo, observó cómo el cordón de uno de sus zapatos se había desatado. Se dirigió a su doncella de confianza, pidiéndole ordenándole:
Ata aquí, Inés.
Y nos cuentan que el origen del nombre de la localidad vallisoletana Ataquines es ese.
Como me lo contaron, os lo cuento.