Es tan triste el amor a las cosas… las cosas no saben que uno existe.
Jorge Luis Borges
Lo cual no está en contradicción con las sensaciones bonitas que podemos vivir gracias a las cosas: ese coche que nos ha llevado a mil sitios, la casa que vio cómo comenzábamos nuestra vida en común, la casa que vio nacer a Dani, la casa que vio nacer a Irene…