Hoy viajamos a este lugar en donde Almanzor perdió el tambor. Aquí, en la batalla que acaeció hace ya mil años, el líder musulmán degustó por vez primera las amargas hieles de la derrota.
Visitar Calatañazor es equivalente a viajar, como decimos, mil años atrás. Los restos de su castillo nos hablan de su pasado (merece mención especial su torre del homenaje, aún en pie en gran medida), pero sus calles y sus casas nos muestran una fiel fotografía que apenas ha cambiado en siglos.