Teníamos muchas ganas de probar un juego de estas características. Se desarrolla sobre un tablero variable (tenemos ocho fragmentos de tablero de los que se seleccionan cuatro para jugar una partida; adicionalmente cada fragmento de tablero nos ofrece una acción especial, una acción extra que podemos realizar con cada turno) y con unas reglas también variables (se seleccionan tres conjuntos de reglas de un total de ocho existentes).
Estas reglas variables condicionarán la estrategia de cada partida y se definen en unas cartas denominadas con el nombre del juego: cartas de Kingdom Builder. Estas cartas muestran diferentes tipos de personaje y las reglas son coherentes con las características del personaje (el minero premiará los asentamientos cercanos a la montaña, mientras que el comerciante hará valer las rutas que unen castillos y lugares susceptibles de ser habitados).
Cada jugador tiene en su poder 40 asentamientos que debe distribuir por el tablero, siguiendo unas reglas preestablecidas, como siempre construir colindando con otro asentamiento, o construir solamente en ciertos tipos de terreno. Adicionalmente a esos tipos de terreno en los que se puede construir (prado, barranco, desierto, flores, bosque y -en casos muy concretos- agua), nos encontramos con otras losetas que indican diferentes lugares que traen aparejadas diferentes acciones (oráculo, granja, oasis, torre, taberna, granero, puerto y cercado).
Es un juego que nos está gustando muchísimo, es para un número de jugadores entre dos y cuatro, a partir de 8 años y con una duración estimada por partida de 45 minutos.