El gazpacho andaluz es una sopa fría (y deliciosa) con productos del campo: tomate, pimiento, ajo, sal, aceite, vinagre. Su textura nos permite no solamente tomarlo con cuchara, sino también beberlo.
Esta mezcla de ingredientes toma su nombre de esa mezcla de donaciones que se depositaban en el cepillo de las iglesias (hoy solamente es dinero, pero antiguamente podía ser cualquier cosa). Ese cepillo de la iglesia se nombraba en griego con la palabra γαζοφυλάκιον gazophylákion. De ahí llegó al árabe hispánico gazpáčo. De ahí se cree que proviene la palabra que hoy usamos para designar a esa rica sopa con la que nos refrescamos en el caluroso verano.
Para Dani, gracias a quien aprendí esto.