Llevábamos ya bastante tiempo queriendo visitar este castro, y el verano pasado nos decidimos: no defrauda. Está enclavado en una península, así que el entorno (al abrigo de las olas, y también defendido por ellas) es espectacular.
Es un castro que data de los siglos I a.C. Y I d.C. Constaba de una doble muralla -que aún se mantiene en gran parte- y de unas veinte viviendas.
Sus habitantes se alimentaban sobre todo de productos del mar, aunque también se dedicaban a la ganadería.
Este castro fue excavado en los años 30 del siglo pasado, consolidado en los 80 y remodelado por última vez en 2012.