O, como en otros casos, “Magister dixit” (“el maestro lo dijo”). Consiste en concluir o afirmar que algo es cierto porque quien lo dice es una autoridad en la materia.
“2 + 2 son 4 porque lo dice la profesora”
Pues no: son, efectivamente, 4. Pero no porque lo diga alguien, por preparado que esté. A veces se cae en el error de concluir lo contrario, es decir: como hay una falacia en la anterior frase, entonces 2 + 2 no son 4″. Obviamente, tampoco.
- Argumento ad verecundiam (en wikipedia)