Pues es bien sencillo, bastante más de lo que nos podemos imaginar: deben su nombre al rey Prudente, Felipe II de España.
“Filipino” es el adjetivo correspondiente a “Felipe”, y no se usa solamente para estas islas, sino en otros contextos: “bibliografía filipina”, “historiografía filipina”.
No puedo hablar de Felipe II sin tener un recuerdo para Manuel Fernández Álvarez, un historiador maravilloso. Os recomiendo encarecidamente su obra.
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