Cuando visitéis Burgos, por favor, además de visitar esa catedral cuya visión encoge el alma, procurad acercaros a la Cartuja de Miraflores (que no está en la ciudad, pero sí muy cerquita).
No es lo único ni lo mejor que podréis admirar allí, pero hoy quiero que nos detengamos en una obra del escultor portugués Manuel Pereira: San Bruno. Es absolutamente perfecto. De él se dice que solamente le falta hablar, pero no que no habla porque…
No habla porque es cartujo.