Conforme vamos aprendiendo sobre la COVID-19 parece cada vez más claro que estar en espacios cerrados sin suficiente ventilación es un factor de riesgo importante y una situación que deberíamos evitar. Dentro de lo posible, que todas nuestras actividades sociales sean al aire libre.
Así, los deportes que se realizan en pabellones (balonmano o baloncesto, por ejemplo) son potencialmente mucho más peligrosos que los que se realizan al aire libre (fútbol o atletismo). Los trabajos en lugares cerrados o la asistencia a colegios, institutos o universidades también son un riesgo.
Si es imposible encontrar una alternativa, debemos garantizar la ventilación abriendo ventanas (podemos saber cuán renovado está el aire usando un detector de CO2) o instalando filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air), preparados para eliminar virus y bacterias del aire.