El Colegio de San Gregorio, en Valladolid, alberga el Museo Nacional de Escultura, y cada una de las obras que posee son material para más de un post. No podemos, tampoco, dejar de mencionar su asombrosa portada.
Pero además de las joyas escultóricas que allí duermen y de la mencionada portada, hay un lugar que nos maravilló. Guardo en mi memoria la asombrada cara de mi esposa Clara contemplando la belleza del patio.
Es un patio de planta cuadrada y tiene dos pisos. Sus pilares helicoidales, su decoración que parece creada por ángeles y sus arcos geminados merecen la visita. Y no olvidéis deleitaros en el rostro de vuestras personas amadas cuando lo contemplen.
Para Clara.