Nos vamos hoy a Tierra de Campos, a la castellana Palencia, para admirar su catedral de San Antolín.
El austero exterior de este templo gótico -sobre todo gótico, flamígero en ocasiones- contrasta con su asombroso interior en el que cada joya merece la visita: vidrieras, retablos, puertas, esculturas, pinturas, rejas; obras realizadas en muchas ocasiones por los mejores artistas del momento.
Se ha puesto en marcha un necesario proyecto llamado La Bella Reconocida, jugando con el acertadísimo nombre con el que se conoce a esta catedral: La Bella Desconocida.