En las afueras de la ciudad de Segovia, además del conocidísimo palacio de La Granja, se encuentra también el palacio de Riofrío. ¿Conocéis su historia?
La esposa del rey fallecido (Felipe V), Isabel de Farnesio, había quedado relegada a la nada, y prácticamente desterrada dentro del propio reino. El rey actual no era su hijo, sino hijo de la primera esposa de Felipe. Así que ella pasó de ser reina consorte a no ser nadie. Se construyó un palacio, muy del gusto italiano, novedoso en aquella época, y que representaba un buen contraste con el palacio de La Granja. Y se le otorgó jurisdicción en aquella zona. No llegó a vivir en él, porque las circunstancias hicieron que los hijos del primer matrimonio de Felipe V fueran muriendo y que, por fin, un hijo suyo (Carlos III) pasara a ser rey de España. Así que ella pasó de no ser nadie a ser reina madre.
Un palacio lleno de encanto y de tristeza. Alfonso XII (creo que el único rey que lo utilizó) pasó allí el duelo por su fallecida esposa.