Este test, planteado públicamente por primera vez por Alison Bechdel tras una sugerencia de su amiga Liz Wallace (motivo por el que también se conoce como test de Bechdel-Wallace) consiste en evaluar, ante cualquier obra narrativa (cómic, novela, película) si cumple las siguientes condiciones:
- aparecen al menos dos personajes femeninos
- estos personajes se hablan entre sí
- y hablan de algo distinto a un hombre
Aunque parecen tres condiciones muy fáciles de cumplir, resulta que no es tan fácil encontrar obras que la cumplan.
Se han planteado también algunos tests similares relacionados con otros campos en donde es fácil que aparezca discriminación, como LGTB o racismo.