El emperador de Jade organizó una carrera entre los animales, para poder decidir qué doce iban a formar parte del zodiaco.
El gato y la rata se subieron encima del buey, buscando así llegar en buena posición. Al pasar por encima de un río, la rata tiró al gato y quedó rezagado. En cuanto superaron el río, la rata saltó de la grupa del buey y consiguió llegar en primera posición, seguido por el buey.
El siguiente en llegar fue el tigre, que consiguió superar la terrible corriente del río. Gracias a su capacidad de salto, el conejo llegó en cuarta posición, explicando que en un momento dado estuvo a punto de ahogarse, agarrado a un tronco, pero que de una forma inexplicable conseguido saltar.
El dragón llegó en quinta posición, puesto que tuvo que parar su vuelo para ayudar al conejo que estaba ahogándose, tratando de aferrarse a un tronco.
El caballo llegaba galopando para conseguir la sexta posición, pero la serpiente le dio un susto y de la arrebató.
La oveja, el mono y el gallo colaboraron para conseguir superar el reto. El gallo preparó una balsa y el mono y la oveja ayudaron. Octavo puesto para la oveja, noveno para el mono y décimo para el gallo.
La explicación para que el perro fuera el undécimo, siendo un nadador excelente, es sencilla: tanto le gusta el agua que no pudo negarse a un último chapuzón. la última posición fue para el cerro, tras echarse una buena siesta.
Nos queda una última referencia hacia el gato, derribado por la rata. No llegó a tiempo y desde entonces es enemigo irreconciliable de la rata.
Gracias, Vane, por ponerme sobre la pista de esta bonita historia.