El artista italiano Maurizio Cattelan es el creador de la obra. Un plátano pegado a una pared con cinta aislante. El precio, 120.000 euros. La compradora, Sarah Andelman. Y el debate, la eterna pregunta: ¿esto es arte? Y en consecuencia, ¿qué es arte?
Todos parecemos tener claro que el arte no es el simple virtuosismo. Y también que el arte debe sacudir e interpelar al observador. Y que esta obra que nos ocupa no es virtuosa ni deja indiferente. Pero también somos conscientes de que si no se hubiera pagado ese dinero, tampoco nos sacudiría. ¿Es el precio parte de la obra de arte? Muchas preguntas y quizá tantas respuestas como lectores.
Y para cerrar el círculo, la intervención del artista David Datuna. Se dirigió, decidido, hacia la obra, despegó el plátano de la pared… y sí, se lo comió.