Hoy os traemos otro juego de Devir, creado por Roberto Fraga (Galletas) y Yohan Lemonnier. Es un juego de carreras de coches (y sí, es un juego de mesa). El objetivo es ser el primero en llegar a la meta (también muy lógico). Nos ofrece unas cuantas novedades (al menos para nosotros, que no somos unos grandes expertos -por ahora- en juegos de mesa) que nos han encantado:
- Cada jugador dispone de tres dados (en cuyas caras hay diferentes iconos).
- En cada ronda, los dados se tiran repetidamente buscando los resultados deseados; el primero que consigue el resultado deseado gritará ¡Waaaaaagh!, y en ese momento todos los jugadores paran de lanzar dados y se quedan con la combinación que les ha tocado.
- Cada jugador tiene cartas en la mano… que no puede ver, ya que la información interesante está por la parte de atrás. A cambio, sus rivales sí que pueden ver esas cartas.
Comienza el juego colocando unas cartas de terreno; por ese terreno será por el que los coches deben desplazarse. En cada ronda, como hemos visto, cada jugador debe seguir lo que le hayan marcado sus dados (moverse, coger cartas, lanzar un ataque…)
Cuando un coche se desplaza a una nueva pieza de terreno, debe seguir también lo que la carta indica (terreno despejado, estampida de garrapatos, charco, nubes de disformidad…) Como podéis ver, la cantidad de variantes es muy grande, y eso hace que las partidas sean tan entretenidas como dinámicas. Para dotar aún de más enjundia al juego, se puede jugar con las “habilidades de los klanes”, que permiten variaciones muy interesantes (como cambiar tu dado por el de un compañero o permitirte reordenar tus propios dados).
Este juego se recomienda a partir de ocho años, y la duración estimada de cada partida es de unos treinta minutos. Pueden jugar entre dos y cuatro jugadores, y se puede añadir otro Gretchinz más para incrementar el número de jugadores hasta ocho.