Como sabréis, cuando comenzamos a escribir una cadena de búsqueda en Google, el buscador nos sugiere opciones, basándose en lo que más busca la gente.
Lo peor es que no nos extraña, ¿verdad? Tercer “castigo” para esta persona, después de los Sanfermines y de la sentencia.
Me gustaría aprovechar para llevar esta reflexión: ¿qué pasa si yo utilizo algoritmos que den información -en principio privada- a base de recopilar información pública? ¿Qué opináis? Se me ocurre una bastante sencilla: publicar el dinero que tiene una persona utilizando la información que esa persona muestra en redes sociales, la información que Google nos devuelve de ella, o incluso la que aparece en boletines oficiales. De su ética no tenemos demasiadas dudas, pero ¿qué me decís de su legalidad?
Si has llegado hasta aquí buscando el nombre de esa persona, puedes irte tranquilamente, ya que aquí no vas a encontrar esa información.