No es raro encontrarse, en la carta de un buen restaurante, con la suculenta propuesta de la chuleta de Moaña. A quienes tenemos la suerte de conocer este paraíso quizá nos extrañe, debido a que no hay demasiado ganado. Así que ¿de dónde le viene la fama a nuestra chuleta?
La historia nos dice que un rey Alfonso visitó Moaña, debido a que aquí se hallaban los restos del marino Casto Méndez Núñez. Tuvo la ocasión de degustar una buena chuleta y el propio monarca se encargó de llevar su fama a la Villa y Corte. Y de ahí a que los locales de comidas se encargaran de poner el mismo manjar a disposición del público no pasó mucho tiempo.
¿Que por qué no indico qué Alfonso fue? Pues porque siempre había escuchado -y leído- la versión con Alfonso XIII. Pero fue el XII quien vino a visitar la tumba de Méndez Núñez a la capilla de El Real, en Moaña, en agosto de 1877, cinco años antes de que la fragata Lealtad transportara sus restos hasta el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, en Cádiz.