Últimos no en importancia, sino últimos porque se refieren a su testamento. Francisco Jiménez de Cisneros, cardenal primado de España, inquisidor general de Castilla y fundador de la Universidad de Alcalá (1499) dejó claras dos cosas en ese documento final: quería ser enterrado en la Capilla de San Ildefonso, y quería que su sepulcro fuera sencillo.
Y ya lo veis venir: ni lo uno (está enterrado en la catedral de Alcalá), ni lo otro, como podréis apreciar en este precioso dibujo a pluma de José María Avrial, realizado hace casi ya dos siglos (el sepulcro, obra de Bartolomé Ordóñez, sí que está en la Universidad… pero sin los restos dentro).