Hoy os presentamos esta joya prerrománica que -extraño en nuestra península- no está en Asturias. En su momento (siglo X) se erigió para guardar los restos de Santo Toribio. Se encuentra perfectamente integrada con la naturaleza, formando un conjunto bellísimo. A su lado se encuentra una torre neomozárabe muy posterior en el tiempo (finales s. XIX).
Por supuesto, os recomendamos la visita.