El código era sencillo: sin marcan los visitantes, un cohete; si marca la Real, dos cohetes. De ese modo, mientras la Real Sociedad jugó en el viejo y querido estadio de Atocha, se avisaba a los marineros que faenaban, para que así pudieran seguir el desarrollo del partido.
Esta historia, como otras miles, me la contó mi padre.
Gracias, papá. :*