En la fachada principal del edificio del Ayuntamiento de Moaña hay un recordatorio permanente de las víctimas de la violencia machista de este año. Ahora mismo, cuando escribo este post, son 13. Y estamos comenzando Marzo. Por terrible que suene, cuando termine el año ahí habrá un número mayor que 50, con total seguridad.
Muy cerquita del ayuntamiento hay un parque infantil, donde los niños juegan, alegres y ajenos a esa espantosa cifra.
Y me pregunto si ya a esas edades comienza (o ha comenzado) la violencia. Me pregunto si los adultos contribuimos a crearla, inventando diferencias inexistentes. Si continuamos demostrando que esa diferencia existe después, en nuestras casas y el resto de nuestras vidas, cada uno con su rol. Y me respondo que sí, desafortunadamente. No nacemos así de serie.
Y me respondo también que está en nuestras manos la solución, así que podemos y tenemos mucho que hacer.
Para que los hijos de nuestros hijos vean los números de esa cifra siempre a cero.
#muydeacuerdo contigo Carlos!
creo que los hombres tenemos muchísimo trabajo
no te parece?
Muchísimo. Como hombres y como padres, claro. Gracias por tu comentario!