Gloria Fuertes es, sobre todo -o casi únicamente-, conocida como poeta para niños (que no es poco, caramba). Pero no sólo escribía para niños. Comparto con vosotros este sublime poema de amor:
Nunca terminaré de amarte.
Y de lo que me alegro,
es de que esa labor tan empezada,
ese trajín humano de quererte,
no lo voy a acabar en esta vida;
nunca terminaré de amarte.
Guardo para el final las dos puntadas,
te quiero, he de coser cuando me muera,
e iré donde me lleven tan tranquila,
me sentaré a la sombra con tus manos,
y seguiré bordándote lo mismo.
El asombro de Dios seré, su orgullo,
de verme tan constante en mi trabajo.
Y el regalo que me ha dado la vida es que, cada vez que leo esos versos, la relación que me viene a la mente es la de mis padres. El secreto de la felicidad es -bien lo sabéis- saber elegir a tus padres.