“Fracasa. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor.” (Samuel Beckett)
Tengo la impresión de nuestra sociedad (y yo mismo, en muchas ocasiones) le da un peso negativo a los fracasos, tanto a los propios como a los ajenos. Sin embargo, cada error es un paso más hacia la perfección y la mejora. Como dijo Edison (con permiso de Tesla), tras haber hecho mil experimentos hasta conseguir la luz eléctrica: “no fueron mil experimentos fallidos, fue un experimento de mil pasos”.
Los errores nos ayudan a conocer qué caminos no son los correctos y, en consecuencia, a descubrir nuevos caminos. Y yendo a la propia biología de los seres vivos: si no existieran los errores, jamás habríamos dejado de ser bacterias; pero, como por fortuna de vez en cuando se producen errores en la replicación del ADN, han ido apareciendo nuevas especies, incluyéndonos.
Somos el fruto de millones de afortunados errores.