Un interesante experimento que debería hacernos plantear muchas cosas. Una pareja discute violentamente en la calle. Dos veces. En la primera ocasión, el agresivo es el chico. Entonces la gente acude, ayuda, actúa. En la segunda, la agresiva es la chica. La gente mantiene la distancia, no interviene. Incluso se ríe.
Amigos: maltrato es maltrato.
Es cierto, la violencia es violencia y muchas mujeres estamos hartas de tanta manipulación de género y de que se gasten ingentes cantidades de dinero en nuestra “supuesta protección” sin importar los problemas reales.