Como sabéis, la expresión “la espada de Damocles” se utiliza cuando estamos situados bajo una amenaza.
Su origen se sitúa en una leyenda (probablemente más leyenda que historia) situada en la Grecia Antigua.
Damocles era un sirviente del rey Dionisio II. Sirviente y, al parecer, excesivamente adulador de las grandezas de las que disfrutaba su rey.
Hasta que el rey, harto de adulaciones y deseoso de dar una lección a Dionisio, le ofreció la posibilidad de ser rey por un día. Eso sí, de un pelo colgó una espada. Y la puso, colgando, sobre la cabeza del nuevo rey.
Pronto Damocles se dio cuenta de que ser rey llevaba consigo, además de grandes riquezas y comodidades, grandes riesgos.