No pretendo poner aquí en duda que las aventuras del ingenioso hidalgo se desarrollaban en la española región de la Mancha. Pero sí voy a compartir con vosotros una curiosa interpretación que leí hace ya unos cuantos años.
Al parecer, en la versión inicial del Quijote, la palabra “mancha” estaba en minúsculas. Como quiera que a los judíos se les apodaba como lo “de la mancha”, se ha querido relacionar esa palabra con una posible ascendencia judía de nuestro personaje (o de su autor).
Otro día os explicaré una interesante teoría que nos cuenta que Cervantes no era de Alcalá (ni alrededores!).