Desde bien pequeño me ha fascinado este romance y su misterio. Ahora lo escucho desde la voz azul de Amancio Prada y llegan a mí recuerdos del libro de lectura del colegio, de desayunos con prisas, de ir y volver a clase de la mano de mamá, aprendiendo más en esos caminos que en la propia escuela, de olor a gomas Milán, a bocadillos de jamón York para el recreo, de sueños ya cumplidos y de sueños por cumplir. El mérito, entre otros, del Conde Arnaldos:
Por tu vida, el marinero / dígasme ora ese cantar.
Respondióle el marinero / tal respuesta le fue a dar:
Yo no digo mi canción / sino a quien conmigo va.
Para ti, mamá :*