Siempre me ha gustado más pensar en cursos que en años naturales, también para mi parte profesional. Imagino que es herencia de mi época de alumno. O quizá simplemente sea sentido común, eso de hacer coincidir el final con la época de mayor descanso. O envidia de ese gremio querido que tiene tres meses de vacaciones, quién sabe.
Suelo planificar a vista de pájaro el año, a tiro de piedra el mes y a la distancia de un apretón de manos la semana. El abrazo y el beso no lo planifico. En ningún caso.
La pluma es regalo de alguien del gremio querido: mi profesora de EGB (de 3º a 5º) María Jesús. Un beso al cielo para ella.
O de Hermelo, que también así lo he visto escrito. En el suroeste de Galicia, en la incomparable Península do Morrazo, junto con playas, acantilados y faros, también tenemos montaña. Nos vamos hoy al Monte da Esculca, de unos 400 metros de altura en su punto superior.
Allí, desde 1950-54, se alza una cruz de Santiago, obra del canteiro Cesáreo Sanmartín. Es una obra de siete metros de altura, y que inicialmente iba a realizar también labores de faro (al final no fue así).
Si os acercáis allí, además de disfrutar del monumento, de las vistas y del paisaje, podréis usar también de las mesas que están a disposición del visitante.
Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un peje espada muy barbado;
era un reloj de sol mal encarado, érase una alquitara pensativa, érase un elefante boca arriba, era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera, érase una pirámide de Egito, las doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito, muchísimo nariz, nariz tan fiera que en la cara de Anás fuera delito.
Posiblemente, este soneto sea el primer poema que recordamos de don Francisco de Quevedo y Villegas: una burla hacia alguien de gran nariz, quizá su íntimo enemigo don Luis de Góngora y Argote, de quien también cito su nombre completo, por no generar celos.
Soneto, decíamos. Es decir, dos cuartetos y dos terceros formando esos catorce versos que tan bien nos enseñó Lope (hablo de don Félix Lope de Vega y Carpio), una colección de metáforas, incluyendo referencias a sus odiados judíos (iba a decir que eran otros tiempos, pero me temo que en estas cosas seguimos igual). Salom.
Esta iniciativa, dirigida por Gustavo Adolfo Bécquer, pretendía documentar todos los templos de España, con imágenes y texto.
Un obra absolutamente descomunal, una obra que requeriría una vida entera.
Los documentos (láminas y texto) se distribuían periódicamente a suscriptores. Por desgracia, el proyecto hubo de interrumpirse. Entre otros inconvenientes, los trabajadores de Correos se quedaban con las preciosas láminas.
En el aprendizaje, en el acceso al conocimiento profundo de cualquier materia (da lo mismo que sea aprender integrales o entender bien cómo funciona tu empresa), hay dos factores que nunca se pueden obviar: la evolución de lo que estamos estudiando y la puesta en perspectiva, la visión global del objeto de nuestro estudio.
Aplico hoy esto, por desgracia, a los incendios. Con tres fotografías. La primera nos habla de cómo estaban los incendios el 12.ago.2025.
La siguiente es ya de hoy: los tres incendios forman ya solamente uno.
La última es también de hoy. Ese macroincendio es uno más de muchos en la misma zona.
Como sabéis suelo dedicar los domingos a escribir sobre viajes y turismo. Hoy en día, a la hora de pensar en casi cualquier viaje que se pueda realizar por la parte oeste y noroeste de la Península Ibérica no podemos obviar los terribles incendios que están asolando grandes áreas naturales.
La naturaleza es un tesoro, el mundo rural es un tesoro. Y ya no hablo solamente de su flora, su fauna y su paisaje, sino que es -o debe ser- un generador de negocio, así que podemos usar la palabra tesoro también en el sentido económico.
No soy experto en el tema, así que no sé si realmente se podrían evitar más los incendios, si se podría evitar su propagación, si realmente están mal los cortafuegos… no lo sé.
Ahora no es momento, en mi opinión, de criticar a nuestros políticos. Pero espero que una vez por todas sepamos centrarnos en la resolución del problema y, más adelante, en el establecimiento de unas políticas que nos permitan evitar o reducir al máximo estos dramas.
Mucho ánimo y toda mi admiración para quienes estáis luchando contra este problema.
Como en ocasiones Dios sí que escribe con renglones derechos, llegue a esta canción gracias al Departamento de Clásicas del Instituto A Paralaia (de Moaña).
Lisístrata es una comedia de Aristófanes en la que las mujeres se organizan para parar una guerra, negándose a tener relaciones sexuales con sus esposos hasta que termine. Y lo consiguen. Nos habla esta obra -entre otras cosas- del esfuerzo organizado y colectivo hacia la paz.
El grupo Fillas de Cassandra recoge y eleva el legado de Aristófanes, en esta obra que habla de paz y de feminismo, ambos más necesarios hoy que nunca.
Somos distintas das que comezaron na nosa pel gardamos o o legado alén das bombas soubemos pararnos: nin sexo, nin carne, nin putos coidados.
Non asumimos o voso pecado facedes a guerra cos ollos pechados non recoñecedes nin o propio bando A ACRÓPOLE CANTA:
Varre vasoira, vasoira miña, fai moito tempo que non várre-la cociña. Varre vasoira, vasoira miña, fai moito tempo que non varres a cociña. Varre vasoira, vasoira miña, fai moito tempo que non varres a cociña. Varre vasoira, vasoira miña, fai moito tempo que non varres a cociña.
Nós que coñecemos o cariz da trampa sempre deseñada para a vosa lei. Deixade de impoñernos tódolos vosos coidados esta casa en que habitamos non é o hábitat dun rei e é que unha e outra e outra vez escoitando a vosa merda sen saber por que. Somos as fillas de tódalas que se plantaron e dixeron: QUE QUE QUE!
Varre vasoira, vasoira miña, fai moito tempo que non varres a cociña. Varre, varre, varre vasoiriña Vare, varre, vasoiriña miña A guerra, a guerra, a guerra imos parar. A guerra, a guerra, a guerra imos parar.
Xa non calaremos máis Non, non, non, non! Xa non calaremos máis Non, non, non, non! Xa non calaremos máis Non, non, non, non, non, non, non!
Varre vasoira, vasoira miña, fai moito tempo que non varres a cociña (x2) Varre, varre, varre vasoiriña Vare, varre, vasoiriña miña A guerra, a guerra, a guerra imos parar A guerra, a guerra, a guerra imos parar.
Esta mañana Irene me preguntó si sabíamos el número de personas que habían existido en la historia.
Hemos encontrado este fascinante gráfico (de Our World in Data) en el que en un reloj de arena se nos representa a nosotros, los humanos. Cada granito de arena representa a diez millones de personas. Cada día llegan catorce granos nuevos, cada día se van seis granos.