Hemos convertido en criticables, al menos en España, los términos progresista y elitista.
Ambos (sí, ambos, aunque lo de elitista no lo veamos de nuestra superioridad moral) son cumbres a lograr: progresista lo es porque necesitamos una sociedad mejor, más igualitaria, más sana, que cuida al planeta y a sus habitantes; elitista lo es porque necesitamos que los mejores lo sean cada vez más: del mismo modo que nos sentimos orgullosos de que nuestros deportistas toquen el cielo, así debe ser también con científicos, investigadores o literatos.
Ni progresía implica pérdida de valores ni elitismo implica denigrar a quienes no forman parte de la élite.
Aunque hablamos de (mucho) amor, no hablamos de un triángulo amoroso. Guiomar fue musa, aliciente y salvadora de un Antonio Machado que pasaba por la peor época de su vida tras el fallecimiento de su amada Leonor (esto -su relación con Leonor- da para tema de otro post).
Inicialmente y durante años se pensó que Guiomar era un personaje imaginario en el que Machado volcaba su amor, su creatividad, su deseo y su pasión. Pero en 1950, gracias a Concha Espina, se desvelaron unas cartas para Guiomar, que incluían otro nombre más, que se ocultó para la publicación de esas cartas. Desde este momento ya se supo (o supuso) públicamente que Guiomar era alguien real, pero no se sabía de quién se trataba.
Naturalmente, en los corrillos literarios había rumores sobre quién podía ser esta Guiomar; todo se desveló cuando, en el año 1981, se publicaron de forma póstuma las memorias de la poeta Pilar de Valderrama, fallecida dos años antes. El título ya nos dejaba claro el contenido: «Sí, soy Guiomar».
Hablemos, pues, de Pilar: cuando ella tiene 38 años se entera de la infidelidad de su marido y decide viajar a Segovia buscando distancias y soledades. En Segovia conoce a Antonio y, como no era de extrañar entre dos almas que vibran en sintonías similares, surge el amor. Ella le advierte de que está casada y que aquella relación no debe ir más allá. E inician una amistad enamorada. Se ven semanalmente, en paseos por Segovia o un café en Madrid. Hasta que en 1935 deciden continuar la relación solamente por cartas. Un año después, Pilar y familia se exilian y se van a Estoril. Allí, ya con fronteras cerradas, no hay forma de comunicarse por carta y se termina ese intercambio.
Os quiero regalar, para terminar, un poema que me parece bellísimo, de Pilar de Valderrama, y que creo que refleja perfectamente su sentir, su amar y su vibrar:
Este dolor y gozo que he sentido es fiel reflejo de mi extraño amor: que es un placer con mezcla de dolor y es un dolor que lleva al gozo unido.
Yo hubiera en el momento aquel querido arrojarme en sus brazos sin temor, y del dolor y gozo en el temblor sobre su corazón haber gemido.
Llanto a un tiempo de pena y de alegría: pena, porque en el alma me dolía esa culpa de amor que cometí;
gozo, porque en la misma culpa mía mi feminidad toda le ofrecía, y con dolor y gozo se la di.
(Al final de este post incluyo unos enlaces: allí podéis escuchar este poema, con la música y la sublime voz de Sheila Blanco, como parte de su disco Cantando a las poetas del 27).
Pilar de Valderrama https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=41f1de73-0521-4f46-9efd-0ae82644d603
Como seguramente sabréis (quienes comparten grupo de WhatsApp conmigo ya sufrieron esto el primer día del año, como podéis imaginar), este año de 2025 es un cuadrado perfecto:
2025 = 45 x 45
Hace 89 años del anterior cuadrado perfecto (1936) y faltan 91 para el siguiente (2116), así que no es fácil que vivamos otro. Disfrutemos, pues, de esta perfección.
Ya no digo nada de quienes, tocados por los dioses, tienen 45 años en algún momento de este 2025. Besos para ellos, que ahí hay gente muy querida <3
Refugio su capitán buscará en ensenada o puerto, aunque la tormenta real que le acecha no es tifón ni galerna, ni los elementos desatados, que es otra clase de tormenta la que lo hunde, la que le anega por dentro.
Circula por internet este texto, que alberga una gran verdad:
Algún día tus hijos te descubrirán. Te prometo que lo harán. El tipo de padre/madre que eres. El tipo de cónyuge que eres. Cómo tratas a otras personas. Cuánto amor tienes por los demás. O eres alguien a quien admiran o alguien a quien nunca querrán parecerse.
Desconozco de quién es obra. Si lo sabes, te agradezco que me lo indiques.
Y quiero reflexionar sobre dicho texto. De entrada, creo que es cierto. Creo que cuando nuestros hijos son pequeños nos van a admirar sí o sí. Pero cuando se acerca la adolescencia -y años siguientes- ya solamente se admira lo realmente bueno. De hecho, pienso que es muy difícil que un hijo adolescente te admire y exprese tu admiración, así que bien puede ser un buen parámetro.
Pero quiero y debo hacer dos apuntes más.
Ninguno de nosotros somos, por suerte, perfectos. Todos tenemos luces y sombras que nos definen. Así que sería bueno ser conscientes de que tendremos motivos de admiración y motivos de todo lo contrario. Ese es el primer apunte. Estate tranquilo si no eres perfecto, porque no se trata de serlo.
El segundo apunte es algo que creo que es lo más difícil en el proceso de crecimiento, incluso ya adultos: ser conscientes de cuánto hicieron mal nuestros padres, ser capaz de ver sus errores. Se da aquí una curiosa paradoja que mi experiencia me ha enseñado: cuanto peor lo han hecho tus padres -cuanto peor educado estás-, más fácil es que justifiques su comportamiento (tenían mucho trabajo, eran así, tuvieron una infancia muy dura, etcétera, etcétera). Sin embargo, cuanto mejor lo hayan hecho tus padres -cuanto mejor educado estás- más fácil es que seas consciente de sus errores y de comportamientos que no quieres trasladar a la siguiente generación.
Vamos a visitar hoy un lugar único, tanto por el idílico paraje en el que se encuentra como por la propia herrería en sí.
Nos encontramos con una herrería cuyos orígenes se han situado tradicionalmente en el comienzo de la Edad Media (siglo VII), asociándola a un monasterio o eremitorio. Investigaciones recientes la ubican en un periodo mucho más cercano, en los albores del siglo XIX. Bien podría ser -y esto es cosecha mía- que en ambos casos hubiera herrería, y que la del XIX fuera continuación o restauración de la del VII.
La herrería (también conocida como Fragua de Compludo) está totalmente restaurada y es funcional. Cuando la visitéis (cosa que os recomiendo hacer encarecidamente, ya que gustará a toda la familia), preguntad antes los horarios. Aunque ya os adelanto que, incluso sin poder entrar, merece sobradamente la pena.
Margarita Salas es, quizá, la científica más importante que ha dado España. Su trabajo con Severo Ochoa y su contribución al estudio del ADN abrieron un camino que ha permitido grandes avances. Esta asturiana de Canera desarrolló gran parte de su carrera en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, y contribuyó a determinar la direccionalidad de la lectura de la información genética y al descubrimiento y la caracterización de la ADN polimerasa del fago Φ29, de gran importancia en la amplificación del ADN.
Nuestros admirados amigos de Educativos Casio y los científicos de la Fundación Margarita Salas han preparado una Situación de Aprendizaje inspirada en ella en la que se tocan y afianzan conceptos relacionados con la Biología (división celular, ADN, genética) y con las Matemáticas (potencias en diferentes bases, probabilidades) con cuatro escenarios diferentes que nos dan otras tantas oportunidades de desarrollar los conceptos indicados: Crecer sin parar (relacionado con la división celular), El ovillo condensado (relacionado con el ADN y su capacidad de compactación), Sentido de lectura (relacionado con el ADN y cómo lee [5′-3′]), ¿Quién tiene más números de haber cometido el crimen? (en donde se nos introduce al concepto de SNP).
Mi hermana Marimar ♥ (perteneciente al Instituto de Investigaciones Marinas[IIM], del CSIC) y yo tuvimos la oportunidad de charlar con los chicos del curso de nuestros hijos Lucas e Irene, tratando estos y otros temas, en un delicioso rato dedicado a la Ciencia, disfrutando de la atención, de la participación y del asombro de los chavales. Aderezamos la explicación con algunos experimentos relacionados con el ADN (muchas gracias por el material, IIM). Quiero desde aquí dar las gracias al siempre abierto CEIP Plurilingüe de Tirán, al tutor Tomás y, por supuesto, a todo el grupo de pequeños científicos con el que hicimos las experiencias.
Muchísimas gracias a la Fundación Margarita Salas. Muchísimas gracias al Instituto de Investigaciones Marinas. Y mi agradecimiento con el cariño de siempre a Casio y su división educativa. Su atención, su talento y su talante están mejorando el mundo. Gracias, queridos Marc y Eloy.